53/2022 (31 Diciembre) 372
Recorrido: Barranco de la Niebla- el Altar (abrigo)- sendero del Barranco de la Niebla-Bañeras del Arroyo de los Arcos- subida por rocas- camino- camino del Collado de la Aviación- Collado de la Aviación- Mirador de los Órganos- Cueva de pinturas rupestres- sendero del Barranco de la Niebla- Mirador Natural-Aprisco- bajada a las Sacerdotisas- Cueva del Tempranillo- Abrigo Vacas del Retamoso- Sendero del Barranco de la Niebla.
Para llegar al punto de inicio debemos desviarnos en la autovía pasando santa Elena en la salida 252 donde cogeremos en la glorieta la antigua carretera de Despeñaperros y siguiéndola a la izquierda en un claro tenemos un aparcamiento para dejar el coche junto al inicio del sendero del Barranco de la Niebla.
Desde el inicio del sendero del Barranco de la Niebla, subimos a abrir y cerrar la puerta para comenzar el recorrido, nos vamos a la izquierda dejando el sendero para subir apegados a la valla hacia arriba después un poco a la derecha buscando unas pinturas rupestres, están deterioradas pero se observan tres hornacinas, se le conoce como el Altar y en una de las hornacinas hay una figura llevada no hará mucho tiempo, este enclave lo fuimos a buscar así como otras partes de la ruta gracias a las indicaciones de J. A. Palomares conocedor de esta zona.
Después de ver esta curiosa formación vamos a ir a dar con el sendero del Barranco de la niebla pero sin perder demasiada altura ya que el terreno nos deja andar bien, ya en el último tramo cruzaremos algo de jara sin dificultad para llegar al sendero que recorreremos hasta llegar a una señal que nos indica que giramos a la izquierda, se convierte en camino que un poco mas arriba lo dejaremos para bajar a buscar el siguiente destino, iremos a bajar a un arroyo seco que cruzaremos para encontrar un sendero que nos baja junto al arroyo, este se cruzara con el de los arcos que es el que buscábamos y ahora lo cruzaremos remontándolo unos metros hasta llegar a las bañeras del arroyo de los Arcos, unas pequeñas pozas muy juntas que hacen una formación bonita, tienen algo de agua que cae de una a otra pero con mucha agua que es difícil de pillar tiene que ser un espectáculo.
Nos volveremos después sobre nuestros pasos después de un largo rato allí, y esta vez dejaremos el sendero que habíamos bajado para ir a una zona de rocas que subimos, las vistas merecen la pena a pesar de la bruma, seguimos subiendo y nos vamos a la derecha para bajar de estas rocas, pasamos un claro y cerca tenemos un camino subiremos por el bosque hasta dar con él, ya en el camino lo recorremos y nos saca al cruce donde se puede ir al Barranco de Valdeazores, a Castro Ferral o al Collado de la Aviación a la derecha que es nuestra opción, seguimos este camino hasta llegar al Collado donde vemos que han arreglado el refugio, una buena noticia, este punto sirvió de avistamiento de los bombarderos franquistas durante la Guerra Civil, de ahí su nombre, seguiremos rectos por el sendero para ir al Mirador de los Órganos.
Desde el mirador retrocedemos para bajar a la izquierda a la cueva del collado de la Aviación, donde hay varias pinturas rupestres que se conservan bien además de algunos trazos de impresentables que dejaron su marca, subimos después cerca del mirador donde a su derecha cogeremos el sendero del Barranco de la niebla que bajamos desviándonos en un mirador natural para volver al sendero hasta llegar a unos bancos, allí buscaremos una vereda que nos lleva a un aprisco y desde ahí descenderemos a buscar las pinturas rupestres de las sacerdotisas que otras veces no habíamos visto, ahora es más fácil ver ya que desde que sufrieron un acto vandálico y después de la restauración pusieron una valla con puerta que se puede abrir y se ve desde abajo, la puerta sin cerrar y sin cámara no sirve para nada pero hace que se vea el abrigo mejor que antes, estas pinturas son dos sacerdotisas o ídolos donde también hay un ciervo con una cuerna, rabo y falo como de berrea algo deteriorado, debajo un arco con flechas otra figura y alejado de estas hay un pectiniforme de color negro, fuera del abrigo además vimos una marcas de barritas bajo un desprendimiento.
Bajamos de este espectacular abrigo sin duda uno de los mayores atractivos del Parque hasta llegar a la señal del final del sendero Vacas de Retamoso, mas adelante nos encontramos con la supuesta cueva de José María el Tempranillo, un bandolero de Despeñaperros de la época del Bandolerismo romántico allá por finales del siglo XIX nacido en Córdoba pero que nunca piso Despeñaperros, en verdad esta mal nombrada cueva fue usada por José maría Merino, un bandolero de Santa Elena que se echo al monte tras tener problemas con la justicia, junto a la pequeña cueva esta el abrigo de las Vacas del Retamoso donde se puede observar un gran panel con pinturas de muchos tipos en el exterior, dientes de lobo con figuras humanas, soles, antropomorfos y zoomorfos, en el interior del abrigo se pueden ver difuminados y con más dificultad trazos, pectiniformes y ramiformes.
Salimos de esta zona por una puerta que da al sendero del barranco de la niebla donde bajándolo cerca del arroyo seco llegaremos al inicio de la ruta.
