7/2019 (30 Marzo) 212
8,8 km- 629 m desn- Moderada
Recorrido: Ermita de Cánava- camino de las pilas de Trisla-Pinar de Cánava-cordel del Aznaitin-Paraje de los caracoles-canteras del lanchar-cruz de la Atalaya o de los canteros-Cueva de la graja-sendero de la cueva de la Graja- Santuario de Cánava.
Salimos de la ermita de cánava en Jimena cogiendo la carretera hacia Albanchez de Mágina allí dejamos el coche en un aparcamiento.
Nos dirigimos hacia el campo de fútbol, desde la ermita para subirpor un camino asfaltado al principio, a la izquierda que rodea la ermita. Este camino tiene bastante pendiente hasta llegar al pinar de cánava ( en si los que estamos acostumbrados a ver grandes ejemplares no es demasiado llamativo este pinar, pero es un monumento natural con pinos carrascos de entre 100 y 250 años algunos bastante grandes)
Al llegar a un cruce de caminos nos encontramos con una indicación del sendero hacia los caracoles que está en la vía pecuaria del cordel del Aznaitin (construcciones de chozas de piedra, que los canteros que trabajaban en la zona levantaron para pasar largas temporadas, esta construcción está relacionada con algunas de Asturias y Galicia)
Después de visitar estos caracoles, algunos en buen estado, volvemos a bajar a la pista que hemos dejado en el cruce del sendero (camino de las pilas de trisla) hasta llegar a una tiná o nave de ganado, donde pudiéndose pasar nos advierten que tengamos cuidado con los perros que están con las ovejas.
Seguimos el camino y llegamos a las canteras donde se extraía la piedra para hacer las piedras de molino que por los caracoles aun quedan. Ya en lo alto del lanchar vamos hacia la Atalaya donde una cruz se impone, tambien llamada cruz de los canteros, bajo ella una inscripción en honor a alguien y una fecha, 20 de mayo de 1883 creo recordar.
En el pueblo se dice que la cruz de la Atalaya sirve de pararrayos, lo que si tiene unas buenas vistas del valle del Guadalquivir. Seguimos por los cortados de la atalaya con cierta dificultad ya que no hay sendero solo piedra suelta, hasta llegar a una mole de piedra, donde se acaba la valla de ganado que más de una vez hay que pasar, aquí empieza a aparecer un sendero de ganado que casi baja hasta el sendero de la cueva de la graja, aunque muy cerca se corta y hay que buscar la mejor forma de llegar a ese sendero.
Una vez en él como la puerta de la cueva está cerrada ( algo que me parece genial para conservar las pinturas) hay que bajar hasta la ermita, donde la ermitaña amablemente nos deja la llave para volver a subir a ver las pinturas rupestres (figuras esquemáticas de animales)
